3º PUESTO. Realizado conjuntamente con Álvaro Marín Fernández y Laura Sánchez Carrasco.
El perímetro prefijado del edificio, de gran rotundidad, resultó ser el detonante de proyecto. Su forma de Donut, encerrado en sí mismo, nos empujó a un concepto renovado de corrala, minimizando así el impacto económico que suponen los núcleos de comunicación. De este modo se generó un gran espacio central público al que volcaban todas los espacios de transición, que inducen a recordar las galerías acristaladas típicas del norte. Corredores cerrados pero no calefactados que dejaban ver la actividad del edificio en todos sus niveles.
El diseño de fachada respondía a soluciones climatológicas. Los vuelos son aprovechados como espacios habitables, funcionando como colchón térmico al norte y protegiendo del sol al sur.