Ubicadas en un enclave privilegiado en plena Castellana, una de las principales arterias de Madrid, estas oficinas aprovechan al máximo su situación y orientación. El espacio, completamente diáfano, ha sido diseñado para potenciar la entrada de luz natural, destinando las zonas interiores a los espacios de servicio. La intervención incorpora los colores corporativos de forma sutil pero efectiva, aportando una imagen contemporánea y dinámica. El open space se organiza a través de mesas de trabajo colaborativo que estructuran el conjunto y dirigen las visuales hacia las excepcionales vistas sobre el paseo de la Castellana, integrando funcionalidad, luz y paisaje urbano.