El imaginario colectivo de las viviendas majariegas se convirtió en el punto de partida de este proyecto. Haciendo uso de los materiales y sistemas constructivos tan arraigados en este municipio, se planteó un edificio que se cierra a la calle con tráfico para volcarse a los espacios interiores repletos de vegetación, donde el acceso al edificio, a través de un paseo ajardinado con iluminación nocturna, se convierte en una fantástica transición hacia el interior de la vivienda.